Resulta difícil y complicado glosar la figura del Doctor Mainer y, ni mucho menos, creo que sea yo la persona más indicada para hacerlo, pero sí tengo claro que la declaración de Hijo Predilecto de la Ciudad de Zaragoza premia los años de esfuerzo y dedicación a la Literatura Española del profesor José-Carlos Mainer, de mi maestro. Aquellos que tuvimos la ocasión, en nuestros años universitarios, de acudir a sus clases podemos sentirnos unos privilegiados. Sí, privilegiados porque en la hora escasa de clase de 9 a 10, de lunes a miércoles, no asistíamos a un especulativo ejercicio de recopilación de datos, ideas, conceptos, relaciones de autores y obras, etc. sino todo lo contrario, su discurso docente te aproximaba al lado más humano de la literatura, mostraba su pasión hacia los libros y, sencillamente, te ofrecía las claves de un periodo que conocía palmo a palmo, el de la literatura de fin de siglo y las tres primeras décadas del siglo XX. Gracias, maestro, por mostrarnos la literatura como una forma de vida amable y por todas sus enseñanzas. Quizás, algún día, también nuestros alumnos, sin saberlo, se lo agradecerán.
Para todos aquellos que quieran conocer al Doctor Mainer, les remito a la siguiente dirección:
1 comentario:
Es de bien nacido ser agradecido. Es precioso recordar a profesores que te han marcado por su excepcional trabajo. A ver si tú también lo consigues con tus alumnos.
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